viernes, noviembre 24, 2006

El regreso de los pueblos de Francisco López Bárcenas

tomado de la jornada http://www.jornada.unam.mx/2006/11/24/index.php?section=opinion&article=028a2pol

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Francisco López Bárcenas

El regreso de los pueblos

Los pueblos indígenas están de regreso. Muchos no los ven porque no quieren o porque su racismo es tanto que les impide verlos. Pero existen evidencias de que hace rato se encuentran entre nosotros, peleando sus derechos. Una se mostró desde 1992, cuando los indígenas de Chiapas derribaron la estatua de Diego de Mazariegos, el conquistador español, el héroe de los coletos. Como nadie se lo tomó en serio, fueron incapaces de entender por qué dos años después esos mismos indígenas se levantaban en armas contra el supremo gobierno. Ahora los pueblos de Oaxaca luchan por tirar un títere del sistema, símbolo del autoritarismo y la corrupción. Y, como hace años, los políticos sólo aciertan a calificar su lucha de una manipulación de oscuros intereses. Como en el caso chiapaneco, afirman que los indígenas son incapaces de armar por ellos mismos un movimiento de la magnitud del que hoy se vive en Oaxaca. Por eso les ofrecen que desistan de su rebeldía y a cambio aumentarán las migajas que les reparten para que no se mueran de hambre.

A esos ofrecimientos los pueblos dicen no. Y es que tanto la rebelión de los indígenas chiapanecos como la de los oaxaqueños tienen raíces profundas. Por un lado, son producto del capitalismo rapaz en que vivimos, que convierte en mercancía todos los bienes comunes para despojar a los pueblos, pero por otra obedecen a esa gran anomalía en la organización del Estado mexicano que al formarse no los tomó en cuenta. La combinación de ambos fenómenos ha dado por resultado un neocolonialismo, situación en que los pueblos indígenas viven desde la formación del estado mexicano. Afirmar eso causa rubor en muchos políticos y académicos, quienes responden que es una exageración. Pero no lo es. Y para demostrarlo basta ver que el saqueo de sus recursos naturales lo han hecho los mestizos, los mismos que deciden las formas de gobierno y las reglas bajo las cuales los pueblos indígenas y sus comunidades rigen su organización política. Pocas veces lo hacen, pero cuando entran en conflicto con el Estado, éste aplica su derecho para volver a someterlos. Por eso sus luchas son de resistencia y emancipación al mismo tiempo. Resistencia para no dejar de ser pueblos, emancipación para dejar de ser colonia.

Las mayores rebeliones en Chiapas y Oaxaca durante el siglo XIX no se dieron durante la guerra de Independencia, sino después. Sus causas no fueron solamente el despojo de sus tierras, sino también la usurpación de sus formas de organización política y la imposición de otras ajenas a ellos. De igual manera, los pueblos fueron a la revolución en 1910, cuando Francisco I. Madero llamó a las armas para echar del poder al dictador Porfirio Díaz, pero cuando aquél pactó con éste la continuidad del régimen muchos abandonaron la lucha. Años después las elites políticas se enfrascaron en una lucha por el usufructo del poder, mas no por devolver la tierra o el poder a los pueblos, que recuperaron las primeras, pero no el segundo.

Es importante no olvidar estos acontecimientos a la hora de intentar una explicación a fondo de las rebeliones de los pueblos. Guardadas las proporciones, las demandas de entonces siguen siendo las mismas de hoy. Aunque ahora se expresen como reclamos de autonomía, en el fondo se trata de su derecho a seguir siendo pueblos y recuperar sus territorios y derechos políticos, de los cuales han sido despojados. Así lo entiende la clase gobernante, por eso simula que los atiende.

En Chiapas, por ejemplo, firmó los acuerdos de San Andrés sobre derechos y cultura indígena a sabiendas de que no iba a cumplirlos. Dos años después, en Oaxaca, el gobernador simulaba un nuevo pacto con los pueblos indígenas del que ningún pueblo se enteró, pero a él le sirvió para legitimar unas reformas sobre derechos indígenas, que, después confesaría, tenían más propósitos de contención del movimiento indígena que de reconocer los derechos de los pueblos.

Ahora los pueblos de Oaxaca andan rebeldes peleando por que se vaya el gobernador. No porque crean que con eso se resuelven sus problemas, sino porque saben que es el principio para cambiar el actual estado de cosas. En el fondo saben que superar el colonialismo en que viven pasa por un nuevo pacto social que transforme las instituciones y las reglas con las que se rigen; en otras palabras, corregir la anomalía en la formación del Estado mexicano que no les permite vivir como son.

Los personeros de quienes por décadas han usufructuado el poder en el estado dicen que eso no es cierto, que de la actual rebelión no puede salir ningún pacto constructivo porque ahí nadie sabe lo que quiere. Simulan no entender nada para no ofrecer soluciones de fondo y seguir usufructuando de manera ilegítima un poder que nadie les ha confiado. A pesar de eso, los pueblos insisten: van por lo que van, por la cabeza del gobernador y por la transformación del Estado. Lo primero no condiciona lo segundo. Por eso ya se construyen poderes populares y verdaderos gobiernos indígenas por todo el estado.

En los próximos días se verá quién puede más: el dinero o la fuerza organizada de los pueblos.

martes, noviembre 21, 2006

Luces y sombras del caminar sobre la tierra.

El caminar de nuestros pueblos indígenas es paso que resiste celebrando a la tierra, es el caminar que acaricia el polvo con los pies descalzos para no sentir el abandono de las raíces.
Es resistir y exigir en la alegría, en los colores que brincan salpicando las fiestas. Es la resistencia de quien cuenta sus historias para seguir nombrándose.
Es el camino de los incansables que permanece en el tiempo con sus muertos en la guardia. Es camino verde que se sabe abundante de sabores que las manos trabajan.
Luces y sombras de plegarias que se entrecruzan con las miradas que se regalan los santos y sus hijos. En un camino con santos que escuchan y que engalanan las fiestas con su presencia.
Es un camino compartido con el Dios amoroso que entiende del trabajo, de los hijos y de la milpa.
Son pasos que se juntan alrededor del maíz y las flores, encendiendo velas llenas de organización, resistencia y esperanza.
Es camino que retumba la voz en la tierra y en el cielo. Es el caminar de la esperanza con certeza de respuesta.
Es un caminar que respeta la montaña y comprende la lluvia, un andar que reconoce la belleza del silencio.
Son pasos que no tienen miedo a hablar desde el corazón, porque no entienden otra forma de existir.
Es camino donde los pies se alegran bailando para no olvidar, para acariciar a la madre tierra y devolverle sus regalos.
Es caminar que busca alzar una voz en el mundo, que busca nombrarse, permanecer y ser parte, continuar y seguir construyendo.

Karla Vásquez

martes, noviembre 14, 2006

El camino correcto

Después de la década perdida de los 80’s, los países latinoamericanos, entre ellos México, se vieron obligados a cambiar el modelo económico que hasta entonces habían utilizado. La liberalización comercial y las reformas estructurales emprendidas, basadas en el Consenso de Washington parecían indicar que la economía mexicana seguía “el camino correcto”. Los inversionistas habían recuperado la confianza, y los grandes flujos de capital que recibía México reflejaban la visión optimista de que el libre mercado era el punto clave para el desarrollo económico.

A principios de los 90’s, el panorama de las economías latinoamericanas había desilusionado todas las expectativas. No es que las recomendaciones de política bosquejadas por los “think tanks” hayan sido incorrectas per se, sino que se sobrevendieron o sobreestimaron…. a veces la gente cree ciertas historias sólo porque personas “importantes” las apoyan. En este caso, las instituciones financieras internacionales habían prescrito la receta mágica que debían de seguir los quebrados países para dejar la pobreza en un abrir y cerrar de ojos… cualquier economista “respetable” sabía que el desarrollo venía como consecuencia de la estabilización, la privatización y la liberalización. No importaba si se trataba de Uganda, Ucrania o Argentina, las políticas correctas significaban disminución del déficit fiscal, de las tarifas a la importación, a las restricciones en el comercio internacional y flujos de capital sin importar la historia, la política económica o las instituciones locales.

A finales del 94, una crisis económica y financiera demostró el fracaso del Consenso de Washington para el caso de México, y marcó el inicio de un nuevo período de una severa y persistente recesión económica.

Al día de hoy, casi 20 años después de que se tomara el camino (correcto?) de las grandes reformas estructurales, el nivel de vida, el ingreso per cápita y el desarrollo económico siguen estancados. Habrá quien diga que las reformas que se llevaron a cabo fueron apenas una caricatura y que no fueron lo suficientemente profundas. Para otros las reformas fueron simplemente una imposición que no se adecuaba a la realidad de los países que las siguieron.

Para los que defienden la primera postura, parecería que lo que sigue es: hacer más de lo mismo y hacerlo bien! Y bueeeno … los monopolios regionales, la calidad del gasto público, y las deficiencias en el sistema jurídico son sólo algunos de los “issues” que nos quedan pendientes. Esta nueva generación de reformas son de naturaleza meramente institucional. Instituciones!.. es lo de hoy!!( es lo de hoy?)….

Algunos economistas[1] enfatizan que el principal determinante de los niveles de ingreso de los países es la calidad de las instituciones o a lo que llaman infraestructura social. La frase “institutions rule”[2] sugiere la importancia que se le ha dado a las instituciones cómo determinantes del crecimiento… lo que para países como el nuestro puede resultar un tanto trágico, ya que las instituciones además de estar encajadas en la sociedad surgieron de ella misma y cambiarlas requiere un largo proceso… (y me atrevería decir que a veces, hasta un milagro). Si el crecimiento requiere grandes transformaciones institucionales, ¿cómo esperamos no ser pesimistas cuando los líderes políticos mandan al diablo las instituciones?... o cuando las instituciones están tan corrompidas y manipuladas por los grupos de poder que sus acciones e intervenciones en la sociedad son turbias y cuestionables?...Al parecer, nadie tiene claro todavía como mejorar la calidad de las instituciones, cuales son las instituciones correctas ni como deberían de funcionar…

Lo que han aprendido los economistas en los últimos años es que no hay recetas mágicas aplicables sin distinción a todos los países para alcanzar el desarrollo!... hay que analizar el caso de cada país y adecuar las políticas económicas a su realidad y sus alcances. Los años 90’s nos dejan muchas lecciones: La más importante tal vez, es que nuestro conocimiento del crecimiento económico es extremadamente limitado y que los sistemas económicos no siempre responden a lo que predicen. Esta nueva ideología se ve reflejada ahora en el Consenso de Barcelona. Una reconsideración de lo que se sabe y de lo que se cree saber del crecimiento económico. Este “redescubrimiento” no sólo es buena noticia para los países en vías de desarrollo, sino también para los economistas...


[1] como Hall y Jones (1999), Engerman y Sokoloff (2002), Acemoglu, Johnson y Robinson (2001)
[2] (Rodrik, Subramanian, y Trebbi, 2004)
Si alguien quisiera estos papers y más bibliografía de este tema mándenos un correo a yolotlahtoli@gmail.com y con gusto se los mando...

Mesa Informativa


¿Qué está pasando en Oaxaca?

Con la participación de:

· Mtro. Samuel Martínez
Departamento de Comunicación, UIA
(moderador)

· Lic. Ana Cristina Vázquez
Departamento de Historia, UIA

· Mtro. Luis Arriaga, S. J.
Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez

· Dr. Manuel Guerrero
Departamento de Comunicación, UIA

Miércoles 15 de noviembre de 2006
1:00 pm – 3:00 pm
Explanada de la Universidad Iberoamericana

Convocan:
Colectivo Yolotlahtoli
Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez
Programa de Derechos Humanos de la UIA

jueves, noviembre 09, 2006

Fiesta ladrillos X´oyep

viernes, noviembre 03, 2006

¿qué será de mí cuando mi corazón deje de sentir dolor?

Compas!
Hasta el 12 de noviembre estará en el museo Franz Mayer (Avenida Hidalgo 45, Centro Histórico, metro Bellas Artes) de la ciudad de méxico la exposición de fotoperidismo World Press Photo2005. Éste es el concurso sobre el tema más importante y reconocido del mundo.
Así, a través de las fotografías la exposición nos lleva por historias que son incontables, inimaginables, inconcebibles….
Nos lleva del dolor y desolación de una niña cuyos padres acaban de ser acribillados en un reten norteamericano en irak (…y en 15 años nadie podrá explicar por qué esta niña se ha hecho explotar justo en frente de la embajada de las barras y las estrellas….)… la historia es implacable… quien siembra terror cosechará terrorismo….
Desde irak nos lleva a la decadencia humana en su más decrépita expresión… un foto reportaje nos muestra la ruta de un diamante…desde las minas militarizadas en Sudáfrica, los traficantes, hasta lo decadente…. La foto muestra el rostro blanco de una señora con la piel restirada, diamantes penden de su cuello y orejas mientras conversa con alguien en una reunión de la muy alta alcurnia de nueva york… en un segundo plano, en la mesa, junto a los platos y las copas… una mujer desnuda recostada sobre la mesa es la charola que sostiene los bocadillos…
No recuerda lo poderoso de la naturaleza… imágenes de katrina nos recuedan que en el pais más poderoso del mundo también se sufre dolor… las imágenes de lo que quedó de indonesia tras el paso del tsunami, tanta destrucción que nada más nos falta poder oler la atmósfera muerta… un terremoto en medio oriente es recordado entre los escombros, los heridos y el olvido….
Más historias y más historias… desde el migrante africano en su dramático viaje por cruzar el mediterráneo hasta francia…. La desnutrida mano de un bebé nigeriano aferrándose a los labios de su madre… Los ataúdes de soldados estadounidenses mandados a morir a una guerra por petróleo… la historia de una mujer durante su lucha contra el cáncer de mama… militares pateando la cabeza de un opositor sometido… los gritos de su madre que yace desesperada en al piso mirando la escena anterior… los tatuajes y los muertos de los maras, estas bandas cuya semilla se sembró en la intervención gringa a guatemala, las masacres, desapariciones de la estrategia de tierra quemada durante los años 70, 80y 90s….
…….Un niño le abotona la camisa a su padre, cuyas extremidades superiores han sido mutiladas por oponerse a su gobierno….
Carajo, ¿qué será de mí cuando mi corazón ya no pueda sentir dolor… cuando las lágrimas no escurran ante el dolor del otro?...

Links con imágenes de la exposición
http://www.worldpressphoto.nl/
Oaxaca y los nuevos 'Rurales de la Federación'
Lorenzo Meyer

En Oaxaca hay un PRI que lleva 77 años ininterrumpidos en el poder y también una lección de la que todos deberíamos sacar las conclusiones apropiadas
Historia
En el porfiriato maduro, el Cuerpo de Rurales de la Federación, unos 5 mil, era el brazo ejecutor de última instancia de la política del régimen. Hoy, ese lugar pareciera ocuparlo la Policía Federal Preventiva (PFP). Los Rurales, creados en 1861, eran un cuerpo militarizado dependiente de la Secretaría de Gobernación, con uniforme gris, muy móvil, bien montado y armado -características no muy distintas de la PFP-, que le sirvió bien a don Porfirio para apagar los fuegos sociales que estallaron con regularidad en varias partes del país a fines del siglo XIX e inicios del XX. El profesor Paul J. Vanderwood en su libro Desorden y progreso (México, Siglo XXI, 1986) los llamó "la policía del presidente". De nuevo, a la PFP le viene al pelo la caracterización de sus antecesores.

Paradojas
Es significativo que los carros antimotines adquiridos por Carlos Salinas en 1994 -el año de la aparición de los rebeldes neozapatistas y del asesinato de Luis Donaldo Colosio- se hayan finalmente empleado ahora, justo al concluir el primer gobierno de un nuevo régimen político y que se supone estaría comprometido con lograr que México pase definitivamente del viejo y prolongado autoritarismo a la nueva democracia. Sin embargo, es aún más revelador que el empleo de los carros y de "la policía del presidente" haya sido para retomar la ciudad de Oaxaca con el fin de devolver el poder a un gobernador del PRI que lo había perdido meses atrás como resultado de una movilización social iniciada por maestros pero secundada por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), cuyo objetivo central es poner fin a un sistema de gobierno local cuyas raíces siguen enterradas y nutridas en una tradición premoderna y antidemocrática.

Tampoco puede dejar de llamar la atención y ser revelador el que la toma de Oaxaca por "los federales" haya tenido lugar el mismo día que en Brasil se llevó a cabo una elección sin problemas y donde el electorado, en una segunda vuelta y con muy alta participación, reconfirmó a la izquierda como la encargada de conducir los próximos cuatro años al mayor país latinoamericano. En fin, el pasado domingo se pusieron de manifiesto, una vez más, las paradojas y contrastes latinoamericanos.

A punto de entregar el gobierno y tras haber pospuesto por cinco meses, de manera tan evidente como poco imaginativa, el enfrentar la parte que le correspondía, Fox finalmente recurrió a la PFP para intentar cortar de tajo el nudo gordiano en que se dejó convertir el conflicto oaxaqueño. Hoy, el zócalo de la vieja Antequera está ocupado pero el resto de la ciudad y de la entidad no están en paz ni el problema está resuelto, como afirma el Presidente.

¿Solución o administración del problema?
La historia muestra numerosos conflictos políticos complicados donde el problema no se resuelve, simplemente se administra. Y posiblemente eso es lo que estamos viendo en este caso. Pero ¿qué posibilidades y alcances puede tener este tipo de "administración"? La pregunta es obligada pero la interrogante es imposible de responder con certeza.

En un análisis de lo inmediato, el factor que explica que 5 mil efectivos de la PFP, apoyados en el trasfondo por elementos militares, hayan tenido que ocupar Oaxaca, es la muerte el viernes 27 de tres personas que tuvo lugar en esa ciudad, entre ellas la de un ciudadano estadounidense, un camarógrafo y activista neoyorquino: Bradley Roland Will. Los muertos, incluido el señor Will, quedaron en el lado insurgente. No fueron esas, desde luego, las primeras víctimas, pero sí la primera vez que la embajada norteamericana pidió cuentas y el esclarecimiento de un hecho que, por otra parte, no tiene nada de misterioso: quienes dispararon ya fueron identificados como miembros de una estructura local del poder que está cuestionada.

Es posible imaginar, aunque no asegurar, que ese incidente violento fue premeditado, que buscaba ser la justificación de una intervención supuestamente definitiva, aunque seguramente el asesinato de Will no era parte del esquema. Los otros factores explicativos inmediatos son: a) el arreglo económico al que llegó el gobierno con los maestros para que estos últimos tuvieran el aumento salarial demandado -lo que solucionaría el motivo original de la disputa- y abandonasen las filas de los malcontentos y b) la cercanía del cambio de gobierno.

En efecto, al Presidente saliente, al entrante, al partido de ambos y a los muchos y muy poderosos intereses que apoyan al grupo actualmente en el poder -empresarios, iglesias, el SNTE, etcétera- les interesaba que el conflicto en Oaxaca no pusiera en peligro el apoyo condicionado que el viejo PRI está negociando con el gobierno saliente y el entrante. Para este último, con el respaldo de apenas un 35 por ciento del electorado, es vital que legisladores y gobernadores priistas faciliten la toma de posesión del 1o. de diciembre. De lo contrario, el segundo gobierno del nuevo régimen haría su primera entrada al escenario en condiciones de peligrosa debilidad.

La ocupación de la ciudad de Oaxaca por la PFP en apoyo de un gobernador priista incapaz de sostenerse por sí mismo pudiera, aunque no sin dificultades, resolver en lo inmediato para el gobierno federal, el problema de la rebelión del sur. Sólo le es necesario sostener la situación por 28 días más. Esa solución se facilitaría aún más si el gobernador impugnado decidiera, finalmente, pedir licencia o renunciar, como ya lo demandan incluso algunos priistas. Sin embargo, aun en ese caso, el problema de fondo estaría sin resolverse. En Oaxaca, la PFP es apenas un vendaje que mal cubre una herida social y política profunda, en donde la infección permanece.

Lo que hay bajo el vendaje
El choque inicial que ha llevado a la situación actual en la antigua Antequera se dio el 22 de mayo entre el gobernador y la sección 22 del sindicato de maestros (SNTE) por una disputa salarial. Sin embargo, el contexto de ese conflicto tiene una historia larga que parte de un escenario de rezago social inexcusable. Fue en mayo de 1980 y en Oaxaca -en este análisis simplemente sigo a Víctor Raúl Martínez del IISUABJO- cuando surgió el Movimiento Democrático Magisterial que luego se transmutó en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, disidente del SNTE. Desde entonces, el magisterio de Oaxaca ha seguido un camino propio, que se refleja en su acción sindical, misma que está influida por su peculiaridad social: la de contar con una importante raíz indígena y campesina.

El motor de la acción sindical reciente del magisterio oaxaqueño ha sido conseguir la "rezonificación" (pasar de la zona 2 a la 3 para tener un aumento salarial por concepto del costo de vida, como sucedió en Chiapas). El 22 de mayo los profesores oaxaqueños estallaron la huelga al confrontarse su demanda por mil 400 millones de pesos con los apenas 60 millones ofrecidos por el gobernador. Cuando en julio llegaron las elecciones presidenciales, el millón de votos prometidos al PRI por el gobernador de Oaxaca se redujeron a sólo 450 mil; el viejo partido de Estado perdió nueve de los 11 distritos en juego y las dos senadurías de mayoría. No obstante tener una base política tan mermada, el mandatario estatal, con el soporte de los presidentes municipales priistas y de ciertos empresarios y comerciantes, ordenó a la fuerza pública acabar con el plantón de los maestros el 14 de junio. Pero su fuerza de 800 policías resultó no sólo insuficiente, sino contraproducente, pues fue derrotada a palos y pedradas y el enfrentamiento callejero con el magisterio transformó un conflicto sindical en otro de carácter político y social. En palabras de Martínez Vásquez, los maestros se convirtieron en un "catalizador de la inconformidad y protesta social contra el régimen autoritario y despótico de Ulises Ruiz". Así nació la APPO y el conflicto de Oaxaca se catapultó al plano nacional.Sin el control de los estados aún en su poder, el PRI sería casi nada, de ahí la defensa numantina de un gobernador de tiempo atrás incapaz de gobernar pero que explota a fondo la necesidad que el gobierno tiene de su apoyo. Pero ese apoyo mutuo PAN-PRI tiene costos. En situaciones normales, problemas como el oaxaqueño se podrían haber administrado, y quizá resuelto, sin violencia. No fue el caso, por impericia y complicidades se le dejó crecer hasta convertirse en crisis. Hoy en Oaxaca hay un PRI que lleva 77 años ininterrumpidos en el poder y también una lección de la que todos deberíamos sacar las conclusiones apropiadas.